sábado, 1 de noviembre de 2014

Alero

Foto:Flor Puoli
A J.C. con cariño y respeto

Somos fantasmas peleándole al viento.
Los Piojos

La puta madre, se acabaron las tortafritas. El almacén de Charo debe estar cerrado, todavía no son las cinco y esto parece que sigue. Que lo parió, haber pegado el viaje en el fin de semana equivocado. Si estaba lo más bien en Buenos Aires. Pero cuando a la Tana se le mete algo en la cabeza no hay con que darle. Mirá que venir a tirarme la enfermedad como excusa. Sabe que tengo el auto en el taller y el temita que tengo con eso de viajar en colectivo.
Para peor, el Negro había quedado en llevarme un frasco de flores, unas snow russian que dice que te dan ganas de volver al comunismo. Planazo. Pero el boludo se colgó en el Imaginario y me tiró que iba a pasar hoy a la tarde. Ni le contesté. De la decepción. No tienen razón los progres cuando dicen eso de que pueden llevarse las flores pero no la primavera. Le tendría que avisar que me vine para acá al Negro, mirá si se enoja y me deja sin Puttin, Navokob y la mar en coche. Cierto que ésta no tiene wi fi por las malas vibras. Qué jipi. Voy a tener que llamarlo.
Pobre Tana, se debe sentir sola. Mirá cómo duerme ahora. No sé cómo hace para dormir en una hamaca paraguaya. Para mi que lo hace para llevarme la contra, porque sabe que a mi me parecen una careteada marca cañón. Nadie puede estar cómodo en una cosa de esas. Si a esta altura han inventado sillas colgantes para tirar para arriba. Pero ella no, loca de las hamacas paraguayas. Por lo menos tiene linda la casa, se ve que se dedica.
Esa que viene ahí debe ser la Charo. Si, re. Qué hace por acá? La Tana le debe haber contado que vine. Ojalá que por lo menos traiga un paquete de harina.

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