martes, 9 de octubre de 2012

VHMS

Carta abierta en sobre cerrado de Víctor Hugo Morales Solá -el periodista más contradictorio del mundo- sobre el regreso de Lanata:

Querido, apreciado y estimado Jorge: 
                                                     Te odio. 
                                                      En estos días donde no se aceptan las medias tintas, tuve que comprar cartuchos truchos para la impresora, porque los originales están vedados a la importación . Así, puedo imprimir esta carta que sólo te enviaré por mail.
                                                      Supe que tuviste problemas para salir de Venezuela, esa pequeña Venecia donde arrecia una dictadura tan implacable como elegida por el pueblo, que sostuvo con el 54 % de los votos (los números no son casuales, Jorge, bien lo sabés, por algo tu revista XXI no se llama CCCP-LXIIVVV)
                                                     Te cuento que no pasé por Ezeiza porque tuve que ir a buscar en remis a Ricardito ALfonsín a Aerpoarque. Un talentoso, Ricardito, lo sabés. El más inútil de todos los dirigentes de la centenaria y nueva UCR. El pobre leyó la consigna de "LANATA VUELVE CUANDO SE LE CANTEN LAS PELOTAS" y estaba esperando el Pepsi Music, el gran festival de rock -esa música foránea que más nos representa en la construcción de nuestra identidad más genuina- que no le hace sombra al de Coca-Cola, aunque digan que si las tomás frías, son igualitas. 
                                                      Está claro que los que dicen eso son acérrimos Chavistas, propulsores de la igualdad, porque todos sabemos que -yo recien me entero- el segundo apellido del dictador del 54 % de la fiesta democrática es, precisamente, Frías. Y entonces, sí, son igualitas. Pero no te dejes engañar, nadie quiere hacerlo. Engañarte, digo. Porque para engañarte hay que estar casado y hay muchos periodistas que recién se están comprometiendo. Eso es algo que me llena de orgullo, ver el periodismo en el paroxismo de la inocua participación política, utilizando la pasión como instrumento razonable para cambiar el rumbo del país. Pobres ilusos! 
                                                      También te cuento que los jóvenes de "La Van der Koy" terminaron la bandera más grande del mundo referida a una agrupación política, del tamaño de una Van.
                                                      En fin, Jorge, estoy muy contento de que puedas regresar sano y salvo, no sabés la bronca que me da. Te mando un abrazo y un racimo de puteadas caribeñas. 
                                                      Por un periodismo puro y diluible, corrosivo como el jugo Swing y ácido como un chicle Puajj!

                                                      Siempre tuyo, el inalcanzable Víctor Hugo Morales Solá.