No hay nada mejor /
no hay nada mejor /
que casa.
Gustavo Cerati
Hogar es tu regazo en blanco y negro
en las primeras fotos de tu Nikon;
el tambor colorido de tu pollera de aguayo,
que sabe a sol,
a septiembre entre los dientes.
Aullemos, amor.
Quiero quebrar mis tímpanos desde adentro,
escuchar sonidos nuevos.
Desaprenderte.
Desprender del invierno en un abrazo.
Aullemos, amor.
Que se rompan las montañas a lo lejos,
que las olas se mueran de envidia
y borren las historias que no escribimos.
¡Aullemos, amor!
Exijo una mirada a estrenar cada semana,
una duda derrotada, un reloj roto
y el vidrio molido disuelto, ¡al fin!, sobre mi lengua.
(…)
Voy enhebrar tu nombre entre mis comisuras,
y sonreír desbocado, ciego,
mientras el miedo late adentro,
sangrado,
salpicado
de las ganas de nombrarte.
Aullemos, amor:
el silencio de tu ausencia me resulta insoportable.
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